Esta vez no son las balizas, ni la brújula, ni mi desorientación, esta vez son 101 km. Si, tal como suena, una carrera de 101 km en 24 horas que el pasado día 12 de mayo inicié junto a Dani y Emilio de Toledo y Carlos y Pedro de Almería, que también se animaron a hacerla. Esta carrera no comenzó como he dicho el día 12. Todo empezó a principio de enero con la inscripción. Ésta es realmente difícil por la cantidad de gente que quiere conseguir un dorsal, y solo había para 3500. Fui afortunado, conseguí el mio. Desde ahí, hasta el sábado pasado, todo era una contrarreloj entrenando, para llegar en la mejor forma posible. Lo peor, que me lesioné los tobillos entrenando y no pude hacer entrenamientos largos por que se me hinchaban. Pero como me dijo una vez alguien " Todo es entrenamiento".
Llegó el gran día. Viernes 11, a las 11 de la mañana, recojo a uno de los compañeros y salimos de Toledo dirección Ronda. En Jaén paramos a recoger al otro. Al atardecer llegamos. Al poco, me llama otro amigo que ahora vive en Almería, con quien tam
bién vamos a correr juntos. Dejamos todos los "archenes" en el suelo duro y nos marchamos a "La alameda". Para el que no lo conozca, La alameda es el lugar donde está situada la meta, justo al lado de la plaza de toros de Ronda. Según llegamos escuchamos los tambores y cornetas. Los pelos de punta. Damos una vuelta por las calles, cenamos en la habitual cena de la pasta y nos marchamos a dormir. A las 7 de la mañana, "el turuta" toca la corneta con el quinto levanta. De nuevo los pelos de punta. Nos preparamos, desayunamos y nos vamos a la salida. A las 11:00 la salida. Por fin empezamos.
Salimos los cinco del campo de fútbol, vamos tranquilos, demasiada aglomeración de gente. Entramos en la Plaza de toros, cruzamos el puente y bajamos para salir de Ronda. A medida que avanzamos se va despejando el camino. Los cuatro fieras con los que voy empiezan a apretar, de momento aguanto bien. Antes de llegar al km 25, miro el reloj y me llevan a 5:45 el km., los tengo que decir que bajen el ritmo, si seguimos así, no llegamos ninguno a meta. En el km 25 comemos, tardamos poco y seguimos corriendo. Quiero terminar con mejor tiempo que el año pasado, así que no podemos perder mucho tiempo en el avituallamiento. La estrategia es fácil, correr, correr y correr mientras no se empine el camino. En el km 36 aproximadamente, dos del grupo empiezan despegarse. Son los dos de Almería. Van muy fuerte, no los digo nada, mejor que se marchen, solo los estamos reteniendo. A los otros dos los digo que se marchen si quieren, que están mas fuertes que yo. Que por mi no se preocupen, voy bien, pero no puedo ir tan fuerte, me llevan a 6: 30 el km y queda mucha carrera. Los dos contestan lo mismo, hemos venido a correr juntos y llegamos juntos. Cuando pasamos por Setenil de las Bodegas, en la mitad de la carrera, nos encontramos con una zona llena de terrazas de bares y con muchísima gente, que lo único que te apetece es parar a tomarte una "cervecita". Pero nosotros a lo nuestro. Correr y correr. De vez en cuando tengo que sujetar a Dani, con sus 32 años está muy fuerte..le contengo antes de iniciar el descenso hasta el Cuartel de la Legión. Ahí bajamos corriendo, las piernas ya no nos frenan en la bajada. A la llegada al Cuartel, en el km 70, paramos a cenar. Eran las 21:30 horas. Como me llevan estos tíos. Cenamos deprisa, estiramos un poco y a correr. Les digo que nos queda lo peor. Miro el reloj y me marca solo 1220 metros de desnivel positivo acumulado, luego nos quedan unos 1800 metros de desnivel hasta llegar a los 3000 que tiene aproximadamente la carrera, Y en solo 31 km que nos quedan. Corremos hasta el 80, a partir de ahí, imposible. Ya no hay fuerzas. Pero el objetivo se acerca. nos quedan después de haber pasado la cuesta de la ermita y el monte de Montejaque, la famosa cuesta de cachondeo. A lo lejos ya divisamos Ronda. Iniciamos la cuesta del cachondeo. las fuerzas flojean, pero nos quedan dos o tres km. Cruzamos el puente, pasamos por al lado de la plaza de toros y e iniciamos la recta de La alameda hacia la meta. Cruzamos en 17:06:37. Los dos bestias de Almería lo hicieron en 14:23:00. Objetivo cumplido. Con este tiempo he bajado una hora cuarenta minutos el tiempo del año pasado.
A la vuelta, cuando veníamos en el coche, les pregunté si repetían conmigo la experiencia el año que viene. Los dos se negaron. Lo que no sabían es que una vez acabada esta carrera, se mete en las venas y empiezas a pensar en la del año siguiente. Dos días más tarde me dijeron: " Cuando empezamos a preparar la 101 km de Ronda 2019?"
Salimos los cinco del campo de fútbol, vamos tranquilos, demasiada aglomeración de gente. Entramos en la Plaza de toros, cruzamos el puente y bajamos para salir de Ronda. A medida que avanzamos se va despejando el camino. Los cuatro fieras con los que voy empiezan a apretar, de momento aguanto bien. Antes de llegar al km 25, miro el reloj y me llevan a 5:45 el km., los tengo que decir que bajen el ritmo, si seguimos así, no llegamos ninguno a meta. En el km 25 comemos, tardamos poco y seguimos corriendo. Quiero terminar con mejor tiempo que el año pasado, así que no podemos perder mucho tiempo en el avituallamiento. La estrategia es fácil, correr, correr y correr mientras no se empine el camino. En el km 36 aproximadamente, dos del grupo empiezan despegarse. Son los dos de Almería. Van muy fuerte, no los digo nada, mejor que se marchen, solo los estamos reteniendo. A los otros dos los digo que se marchen si quieren, que están mas fuertes que yo. Que por mi no se preocupen, voy bien, pero no puedo ir tan fuerte, me llevan a 6: 30 el km y queda mucha carrera. Los dos contestan lo mismo, hemos venido a correr juntos y llegamos juntos. Cuando pasamos por Setenil de las Bodegas, en la mitad de la carrera, nos encontramos con una zona llena de terrazas de bares y con muchísima gente, que lo único que te apetece es parar a tomarte una "cervecita". Pero nosotros a lo nuestro. Correr y correr. De vez en cuando tengo que sujetar a Dani, con sus 32 años está muy fuerte..le contengo antes de iniciar el descenso hasta el Cuartel de la Legión. Ahí bajamos corriendo, las piernas ya no nos frenan en la bajada. A la llegada al Cuartel, en el km 70, paramos a cenar. Eran las 21:30 horas. Como me llevan estos tíos. Cenamos deprisa, estiramos un poco y a correr. Les digo que nos queda lo peor. Miro el reloj y me marca solo 1220 metros de desnivel positivo acumulado, luego nos quedan unos 1800 metros de desnivel hasta llegar a los 3000 que tiene aproximadamente la carrera, Y en solo 31 km que nos quedan. Corremos hasta el 80, a partir de ahí, imposible. Ya no hay fuerzas. Pero el objetivo se acerca. nos quedan después de haber pasado la cuesta de la ermita y el monte de Montejaque, la famosa cuesta de cachondeo. A lo lejos ya divisamos Ronda. Iniciamos la cuesta del cachondeo. las fuerzas flojean, pero nos quedan dos o tres km. Cruzamos el puente, pasamos por al lado de la plaza de toros y e iniciamos la recta de La alameda hacia la meta. Cruzamos en 17:06:37. Los dos bestias de Almería lo hicieron en 14:23:00. Objetivo cumplido. Con este tiempo he bajado una hora cuarenta minutos el tiempo del año pasado.
A la vuelta, cuando veníamos en el coche, les pregunté si repetían conmigo la experiencia el año que viene. Los dos se negaron. Lo que no sabían es que una vez acabada esta carrera, se mete en las venas y empiezas a pensar en la del año siguiente. Dos días más tarde me dijeron: " Cuando empezamos a preparar la 101 km de Ronda 2019?" 
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